"Pero no todo está dicho - dijo ella - porque las palabras son la sombra y la luz de las cosas, y las cosas no son, sino que van naciendo y siendo." A. Gorodischer. Kalpa Imperial. Libro II. El Imperio más vasto.
jueves, septiembre 11, 2008
Predestinación
James Parker siempre había sido un devoto lector de Poe.
Una admiración imprudente hizo que nombrara a sus hijas Berenice, Ligeia, Rowena y Madeline. Y que, cuando finalmente llegó un varón, tuviera la poco feliz idea de llamarlo Richard.
La historia no registra cuál fue el destino de las mujeres. Pero sí la serie de desdichadas coincidencias encadenadas al nombre del muchacho.
Cabe preguntarse si no había algo de Cronos en ese padre. Porque, como si no hubiera bastado bautizar así al chico, lo indujo a seguir la carrera de marino.
Así fue que un mal día el grumete Parker se vio en la misma situación que su homónimo, el joven tripulante de Las aventuras de Arthur Gordon Pym.
No ha podido saberse si los tres hombres que se lo comieron eran también fanáticos de Poe.
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